La Bobadilla
Datos históricos.
José María Lopera
EL TOPÓNIMO BORA EN LOS EPÍGRAFES MONETARIOS.
En 1876, Antonio Delgado, catalogó y publicó dos monedas de la ceca de Bora, apreciando, en el anverso, un busto velado de mujer, con corona de espigas, mirando a la izquierda, delante una tea o un cetro, y, en el reverso, buey a la derecha, encima Bora, significando que las dos monedas eran semejantes, excepto en el modulo, con 32 mm. y 25 mm. de diámetro respectivamente. Casto María del Rivero, en 1923, publicó dos módulos de esta moneda existentes en la Colección de Monedas del Museo Arqueológico Nacional, y ambos, junto al padre Florez, las atribuyeron a la ceca del oppídum de Bora Cerealis, que citan Plínio y Ptolomeo. Pero ninguno de ellos supo el lugar donde fueron haIladas.
Por eso, Antonio Delgado, al referirse a la ciudad de Bora, nos dice en cuanto a su ubicación: ... que debe reducirse, según opinión que hemos oído a nuestro sabio y buen amigo Sr. Fernandez Guerra, al sitio que llaman el castillo de Víboras (con B y no V en el original).Existe dicho castillo como a legua y cuarto de Alcaudete, fue encomienda de la orden de Calatrava, y está en el término de la Villa de Martos. Se halla construido sobre riscos. El nombre que en el día lleva es el indicio más seguro para fijar su emplazamiento, pues Bib-Bora no es otra cosa en árabe que puerta, puerto, paso, angostura, garganta y entrada a Bora. Los castellanos después de la conquista le agregaron una 5 y la convirtieron en Víboras, al fin de darle un significado más conocido, como hicieron en otros muchos casos.
Pues bien, yo creo que esta hipótesis no tiene ni la más leve base de sostenimiento, y que Delgado cometió error histórico, topográfico y, posiblemente, filológico, ya que, según Arturo Ruiz Rodríguez, se observa que las referencias historiográficas o arqueológicas de fundaciones al Sur del río Víboras16 comenzaron a partir del decreto del Cónsul Emilio Paulo 17. Es decir, en una fase identificable con etapas tardías para el mundo ibérico18 Y, según el estudio realizado (muestreo superficial) por José Mª Crespo García y José López Rozas, del asentamiento ibérico en la cuenca alta del río Víboras 19dicen que se ofrece como un semi-microespacio que se refleja en estructuras más pequeñas (que los asentamientos de la campiña, en reducidos nichos físicos, correspondientes a un poblado (Cerro de San Cristóbal) y 16 pequeños asentamientos ibéricos fortificados, con elevado coeficiente de dispersión. que, hoy en día, presenta las mismas características que las que nos marcan los resultados de la prospección arqueológica, justificadas por el hecho de que el 80% de la cuenca alta del río Víboras es un núcleo geológico del Trías, que ofrece desfavorables condiciones para la explotación agrícola, presentando, en casi la totalidad de los asentamientos, incluido el poblado, cierta tendencia lineal de Este a Oeste, aprovechando el punto más alto de las pendientes de los pequeños valles y barrancos que desde la línea de altura de la margen izquierda del Arroyo Salado desciende hacia el río Víboras que al fin y al cabo conforman su cuenca derecha, pues es el hecho de que en la margen izquierda del río Víboras no ha sido localizado ningún tipo de asentamiento que nos pudiera indicar que el río no fuera usado como límite físico espacial20. En cuanto al espacio de control directo, de la expansión y contracción del poblado, el número de asentamientos es muy bajo (sólo 2), siendo el que se encuentra por encima de la altura del poblado el único punto desde donde se divisa la zona más occidental (La Bobadilla) del limite físico creado por el Arroyo Salado (río Salado de Porcuna), estando el resto de la distribución en interés y necesidades del poblado que, en el semi-microespacío que nos ocupa, ,ofrece dos factores primordiales: de un lado, el estratégico, de otro, el control de las vías de comunicación21.
En cambio, el núcleo poblacional de la Bobadilla ya existía, a juicio de su cerámica, desde el período de La transición al Estado en las Campiñas del Alto Guádalquivir, 3000-1500 a. C. (F. Nocete22) y plenamente desarrollado durante el Ibérico Antiguo (siglos VI y primera mitad del V a. C.) e Ibérico Pleno (segunda mitad del siglo V y primera del TV a. C.), fechas de consolidación de los oppidas de las Campiñas del Alto Guadalquivir como entes político-económicos. En un primer momento, de Servidumbre Territorial y, en un segundo sistema, de Servidumbre Clientelar. Y, por otra parte, si es razonable la aplicación de un nombre tan castellano, a una fortaleza cristiana medieval, no es lógico situar a un topónimo tan antiguo que, tanto en lenguas semíticas como en su sobrenombre latino, significa cereales, en una roca sobre el cauce de la torrentera angosta del río, entre lo abrupto de las sierras Chircales y Caracolera y, por más señas, en los aledaños del Cerro del Víboro, topónimo que nos indica la posible existencia de estos ofidios de difícil existencia en las tierras cerealistas de la campiña.
No pudo prever Delgado que, andando el tiempo, después de 121 años, nuestros hallazgos pudieran ubicar a Bora Cerealis en La Bobadilla, a 6 Km. del castillo de Víboras, río abajo, donde la tierra es fértil y se ensancha la campiña. Celeberrima hunc el Occeani in Mediterraneo. Segeda quae augurina cognoninatur... Ebora (Bora, como veremos) quae Cerealis.
Este error, difundido por Delgado como anécdota intranscendente, ha sido arrastrado, sin más investigación, por algunos historiadores de las monedas autonómicas ibero-romanas españolas, ya que ninguno cita el conocimiento per se de cualquier lugar de hallazgo, tales son, entre otros: Casto María del Rivero, 1923; Antonio Vives Escudero, 1926; Octavio Gil Farres y Antonio Guadán, 1969. Por mi parte, no he leído en libros, ponencias, artículos u otros medios de difusión de Historia de España o de Numismática Española nada que avale esta opinión que carece de todo rigor científico, ya que, no existe constancia de que alguno de los cuatro ejemplares estudiados por Delgado y del Rivero (o de otro investigador) fuera hallado en el Castillo de Víboras, en sus aledaños, o en cualquier otro lugar determinado con más o menos exactitud.
A propósito de Ebora Cerealis nos dice Plínio que Augusto, una vez conquistado el suelo hispano, incrementó el plan de colonización iniciado por César; y, a parte de las ya establecidas instituyó otras ocho colonias en la Bética23 añadiendo, por su obstinada fidelidad a César; a Ulia Fidentia (Montemayor, Córdoba) y, con ella, Segeda Augurina y Urgao Alba (Arjona). Y, a continuación, más que presumiblemente con el rango de municipios latinos24, EBORA quae CEREALIS 25 , Iliberri quae Libertini (cerca de Granada), Ilupula quae Laos (Repla, entre Osuna y Morón), Artigí quod Juliense, Vesci quod Faventia (¿cerca de Alora?), y Singilia. Por tal motivo, Plínio designó a estos primeros municipios como Latio antiquitus donata.
Dijo Antonio Delgado que el nombre semítico de esta ciudad (Bora) significa, según los lexicones hebreos, proventus, oblatio terrae, fromentus (cosecha, producción; ofrenda de la tierra; trigo, grano) que no es otra cosa que la corrupción de la palabra fenicia Ebura o Ebora como en las monedas vemos. Por otra parte, no cabe confusión entre Ebora Cerealis (Bora) y Ebora, ya que esta última, la cita Pomponio Mela en lo que hoy es Portugal, y, según Plínio, se apellidó Liberalitas Iulia. Así lo atestiguan las monedas de su ceca que presentan la cabeza desnuda de Augusto, con los epígrafes PERMISVS CAESARIS AVGVSTI P. M y LIBERALITATIS IVLIAE EBOR..
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16
Montilla Pérez, Salvador. Prospección Arqueológica Superficial en el término Municipal de Alcaudete (Jaén): Análisis y Conclusiones en torno a un muestreo probabilistico planteado entre las cuencas fluviales de los ríos Víboras y San Juan. Anuario de Arqueologìa Andaluza. 1986. En esta prospección se confirma la ausencia absoluta de yacimientos ibéricos anteriores al siglo III a. C. Será entonces (datación realizada entre otros por campanienses "A" tardías) cuando se va a poblar la zona entre ríos, apareciendo una serie de recintos y pequeños poblados ibéricos, en su mayoría amurallados, como consecuencia de una colonización tardía, perfectamente estudiada y estructurada Destacan, entre otros, "El Cerro de la Celada", "Cabeza del Obispo", "Torre del Moro ", etc...17
Del buen gobierno de este Cónsul romano procede una de las más antiguas inscripciones romanas de la Península, conteniendo el decreto (189 a. C.) de liberación de los esclavos de Hasta (Mesas de Asta, Cádiz).18
Ruiz Rodríguez, Arturo. Reflexiones sobre algunos conceptos de la Arqueología Espacial apartir de una experiencia: Iberos en el Alto Guadalquivir. Arqueología Espacial 12. Lisboa-Teruel. 1988.19
José Mª Crespo García y José López Rozas. Algunas cuestiones sobre los modelos de asentamiento ibérico en la cuenca alta del río Víboras. Martos (Jaén). Arqueología Espacial 4. Teruel. 1984.20
Sus pendientes y abruptas laderas son inasequibles y es evidente que hubo un BIack Hole, Frontera-Desierto o vacio pobacional, estudiado (entre otros) por:Francisco Nocete. El Espacio de la Coerción. La transición al Estado... op. cit. N0, 5. Francisco Nocete Calvo. El análisis Centro/Peneiria en el Estado de la Primera Mitad del Segundo Milenio a. n. e. en las Campiñas del Alto Guadalquivir. La Frontera Fronteras. Arqueología Espacial 13. Teruel. 1989.
Arturo Ruiz Rodríguez; M. Molinos Molinos. Elementos para un estudio.. op. ct Nº 6
Arturo Ruiz Rodríguez. Reflexiones... op. ct. Nº 16
Arturo Ruiz Rodríguez y A. Molinos Molinos. Fronteras. Arqueología Espacial 13. Teruel, 1989.
S. Montilla Pérez, C. Risquez Cuenca et alii. Análisis de una frontera durante el horizonte ibérico en la depresión PriegoAlcaudete. Fronteras. Arqueología Espacial 13. Teruel. 1989.
21
Puesto avanzado de control, coerción y defensa, por parte de la Campiña, de la vía natural de penetración de las Altiplanicies Granadinas a través de las cuencas de los ríos Velillos-Frailes, Salado de Porcuna y Víboras.22
op. cit, n0 5.23
Astigi Augusto Firma (Ecija), ASIDO Cesarina Augusta (Medina Sidonia), Onoba Estuaria (Huelva) Julia Traducta (Tarifa). Nebrissa (Lebrija), Iptuci (junto a Arcos de la Frontera), Tucci Augusta Gemella (Martos) y Ugia (cerca de Cabeza de San Juan).24
Promoción de César a un estatuto superior de corte romano por el que recibian el grado intermedio del lus Latii otorgando la ciudadanía romana a quienes revestían magistraturas locales.25
Plínio N. H., III, III, 5.
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